También me uno a la moda Antes de llegar al mundo de las criptomonedas, trabajaba en una fábrica en Qinghe, pero vivía en el segundo anillo sur. Cada día primero montaba en bicicleta hasta el metro, me metía en la loca línea 4, caminaba un buen rato para hacer transbordo a la línea 13, al salir del metro esperaba el autobús, cambiando de un montón de medios de transporte, repitiendo esto todos los días. Si era invierno, montar en bicicleta y esperar el autobús era un frío mortal. Llegué al mundo de las criptomonedas, llegué a Hong Kong y Shenzhen, ¡ya no tengo que ir a trabajar nunca más, ya no tengo que soportar el invierno! Ayer todavía llevaba pantalones cortos y chanclas, ¡genial!!!