Antes, cuando la gente me preguntaba a qué me dedicaba, siempre fingía y decía que trabajaba en el sector financiero. Ahora simplemente digo que soy un mantenido. Incluso se lo digo a mis familiares y amigos. Así les hago sentir que no me va bien. De esta manera, todos están contentos, ¿por qué no hacerlo?