La hoja de ruta de #Ethereum para 2026 se perfila más como estructural que incremental. Si 2025 fue para despejar cuellos de botella — Dencun para la disponibilidad de datos, Pectra/Fusaka para validadores y eficiencia de ejecución — 2026 trata de rehacer cómo Ethereum realmente ejecuta y escala a nivel L1.

Glamsterdam (H1 2026) encabeza el año con mejoras agresivas en la ejecución: - Ejecución paralela de transacciones, que va más allá del procesamiento estrictamente secuencial de EVM - Límites de gas L1 significativamente más altos - PBS consagrado para reducir la centralización de la construcción de bloques - Primeros pasos hacia la validación asistida por ZK Esto no es incremental: es Ethereum compitiendo directamente en velocidad bruta de L1 y potencia de ejecución.

Luego llega Hegota (finales de 2026, Heze + Bogotá), abordando el aspecto de la sostenibilidad: - Mayor resistencia a la censura - Mejoras de primitivas de privacidad - Actualizaciones de estructuras de datos (por ejemplo, rutas al estilo Verkle) que reducen la carga de nodos y refuerzan la descentralización

En pocas palabras: - 2025 hizo que Ethereum estuviera listo para escalar. - 2026 pretende que Ethereum escale por defecto. ¿Por qué crucial? Mientras que 2025 se centró en victorias inmediatas (por ejemplo, aumentos masivos que reducen los costes de rollup en un 50%+), 2026 aborda las amenazas fundamentales de infraestructura. Por primera vez, veremos a Ethereum combinar un rendimiento masivamente mayor con barreras de hardware más bajas. Esto es Ethereum defendiendo su relevancia en la capa base para el próximo ciclo.