Hay un tipo de dolor que viene con ser una voz honesta en un espacio lleno de intérpretes. No es ira. No es amargura. Es la tranquila soledad de alguien que se niega a intercambiar la verdad por tokens y aplausos. Pero la autenticidad no es un foco - es una linterna en la niebla. No brillas para ser visto. Brillas para no perderte en la oscuridad.