Los expertos encontraron las bacterias vinculadas a la esclerosis múltiple. Los científicos han identificado dos cepas de bacterias intestinales que pueden estar directamente involucradas en el desencadenamiento de la esclerosis múltiple, ofreciendo un nuevo camino hacia el tratamiento o incluso la prevención. En un estudio innovador, investigadores de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich estudiaron 81 pares de gemelos idénticos donde solo uno de los hermanos tenía esclerosis múltiple. Este diseño único permitió a los investigadores aislar las diferencias en los microbiomas intestinales sin el factor confusor de la genética. Se encontró que las bacterias Eisenbergiella tayi y Lachnoclostridium eran significativamente más abundantes en individuos con esclerosis múltiple, y cuando se introdujeron en ratones, contribuyeron a síntomas similares a los de la esclerosis múltiple, sugiriendo un papel causal. Este es el vínculo más preciso hasta ahora entre bacterias intestinales específicas y la esclerosis múltiple, y añade un fuerte apoyo a la teoría de que la conexión intestino-cerebro juega un papel central en las enfermedades autoinmunes. Si bien se necesita más investigación para comprender completamente cómo estos microbios influyen en las respuestas inmunitarias en humanos, los hallazgos abren la puerta a nuevas terapias que podrían dirigirse o remodelar el microbioma intestinal para prevenir o reducir los síntomas de la esclerosis múltiple. El descubrimiento marca un momento crucial en la investigación de la esclerosis múltiple, acercándonos a tratamientos basados en el microbioma para esta compleja enfermedad neurológica. [Kleinewietfeld, M., et al. (2024). Bacterias intestinales específicas de pacientes con esclerosis múltiple modulan la función de las células T humanas y exacerban los síntomas en un modelo de ratón. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 121(48), e2419689122]