El comunismo destruye las relaciones económicas, pero el ultranacionalismo rompe las relaciones diplomáticas.

Si el modo de fracaso de la extrema izquierda es no entender el interés propio, el modo de fracaso de la extrema derecha es no entender el interés ajeno. Es decir: sabemos que la extrema izquierda no comprende visceralmente la idea del capitalismo, de construir productos, de a veces simplemente no tener el dinero para hacer algo. La fantasía de la extrema izquierda es de total independencia de la necesidad de trabajar en absoluto. No entienden la escasez económica. Pero la extrema derecha, de manera similar, no comprende la idea de la diplomacia, de construir coaliciones, de a veces simplemente no tener los votos para hacer algo. La fantasía de la extrema derecha es de total independencia de la necesidad de trabajar con otros. No entienden el capital político. Y ese también es un modo de fracaso. Si solo puedes cooperar dentro de tu pequeña tribu, ni siquiera puedes escalar. Y entonces tu tribu pierde. (La alternativa es el capitalismo internacional, que es más práctico que la izquierda socialista y más escalable que la derecha nacionalista.)